sábado, 14 de julio de 2012

Suplementos de CALCIO elevan el riesgo de infarto del corazon

Cada vez existen más pruebas de que los suplementos de calcio son malos para el corazón. La última viene de Alemania, donde los resultados de un estudio con casi 24.000 participantes y 11 años de seguimiento indican que la ingesta de este mineral de forma artificial duplica el riesgo de infarto. Aunque no son datos definitivos, sí inclinan aún más la balanza hacia el abandono de este método de prevención de fracturas.
Los suplementos de calcio se han convertido en las últimas décadas en algo habitual para las personas mayores, especialmente las mujeres postmenopáusicas con riesgo de fracturas y también los pacientes con fallo renal. Su uso se ha extendido, además, amparados por la evidencia de que ayudan a reducir la tensión arterial y a mejorar el balance entre el colesterol bueno (LDL) y el malo (HDL).
Sin embargo, esta atenuación de algunos factores de riesgo cardiovascular "no parece traducirse en una disminución de los eventos", apuntan en un editorial Ian R. Reid y Mark J. Bolland, del Departamento de Medicina de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda). De hecho, el estudio que ambos analizan señala que lejos de reducirlos, los suplementos de calcio duplican el riesgo de sufrir un infarto.

Suplementos no, dieta sí

Los datos, publicados en la revista 'British Medical Journal', proceden de la parte alemana del European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC), que durante 11 años ha recogido datos de cerca de 24.000 personas.
Los autores observaron que una ingesta moderada de calcio (820 miligramos/día), tanto en suplementos como en la dieta, estaba asociado con una reducción del 30% en el riesgo de infarto. Sin embargo, tomar más de 1.100 miligramos al día no parecía tener ninguna protección.
Al analizar sólo a aquellos participantes que tomaban suplementos de forma habitual, los autores observaron un aumento del 86% de las posibilidades de sufrir un infarto comparado con los que no los tomaban. Sorprendentemente, ingerir una cantidad similar de este mineral pero con la dieta no implicaba ningún riesgo.
"Esto sugiere que el calcio circulante canaliza el proceso aterogénico", escriben los autores del editorial. "El calcio de la dieta se toma en pequeñas cantidades durante todo el día, normalmente a la vez que las grasas y las proteínas. Como resultado, se absorbe lentamente provocando pequeños cambios en los niveles de calcio sérico [en sangre]".
Los picos de calcio en sangre que se producen con la ingesta de suplementos parecen tener, según apuntan éste y otros estudios, efectos adversos sobre los vasos sanguíneos, al favorecer la formación de placas de ateroma. A esto hay que sumar el escaso beneficio que tienen en la prevención de fracturas causadas por la osteoporosis (está en torno al 10%).
"Las pruebas indican que los suplementos de calcio parecen hacer más mal que bien y son preferibles otras intervenciones para reducir el riesgo de fracturas osteoporóticas".

Nuevo modelo para prediccion de enfermedad coronaria en pacientes con dolor precordial-DUKE CLINICAL SCORE

Una herramienta de predicción de riesgo puede identificar pacientes con alto riesgo de enfermedad arterial coronaria, según un estudio publicado en el 'British Medical Journal' (BMJ), dirigido por científicos de la Universidad Erasmus de Rotterdam. La herramienta es más precisa que los modelos existentes, y puede ser integrada fácilmente en los registros electrónicos de pacientes, o en aplicaciones para dispositivos móviles. La enfermedad coronaria es una causa importante de muerte en todo el mundo, y se produce cuando las arterias que suministran oxígeno y nutrientes al corazón se estrechan debido a los depósitos de grasa. El dolor en el pecho puede ser el primer signo de la enfermedad, por lo que las directrices actuales recomiendan utilizar una de las dos herramientas de predicción (el modelo de Diamond y Forrester o el Duke Clinical Score), en los pacientes con dolor en el pecho, para ayudar a los médicos a calcular el riesgo, y decidir si se necesitan más pruebas. Sin embargo, existen dudas sobre la exactitud de estas herramientas. Ahora, un equipo de investigadores europeos ha decidido desarrollar un modelo de predicción mejorado, mediante una serie de variables relacionadas con la enfermedad arterial coronaria. Los investigadores analizaron datos de 5.677 pacientes (3.283 hombres y 2.394 mujeres) con dolor en el pecho, pero sin antecedentes de enfermedad cardíaca, en 18 hospitales de toda Europa y Estados Unidos. Su modelo básico predijo la enfermedad arterial coronaria de acuerdo a la edad, el sexo y los síntomas; además, el modelo clínico incluyó factores de riesgo como la diabetes, la presión arterial alta, los niveles elevados de lípidos y el hábito de fumar; y un modelo extendido agregó el cálculo del calcio coronario (una medida de calcio en las arterias coronarias que se asocia con la presencia de enfermedad arterial coronaria, y también determina el riesgo de un evento coronario). Los resultados sugieren que el Duke Clinical Score (la herramienta que está actualmente recomendada) sobrestima significativamente la probabilidad de enfermedad coronaria. El nuevo modelo clínico, sin embargo, mejora estas estimaciones y, al agregar el cálculo de calcio coronario, mejoró la predicción de los eventos cardiovasculares. Además, el nuevo modelo no requiere lecturas ECG (electrocardiograma) del corazón en reposo, por lo que es más adecuado para su uso en la práctica primaria; mientras que otro medidor también desarrollado por el equipo, puede ser integrado fácilmente en los registros electrónicos de pacientes, o en aplicaciones móviles. Los autores concluyen que su modelo permite a los médicos tomar mejores decisiones en cuanto a qué prueba diagnóstica es la mejor para un paciente en particular, y tomar decisiones sobre la base de dichas pruebas.
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El exceso de ingesta de sal produce disfuncion endotelial e hipertension a largo plazo

En un informe que aparece en la edición en línea del 18 de junio de la revista Circulation, los investigadores señalaron que consumir un exceso de sal con el tiempo podría afectar el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar hipertensión. “Este estudio refuerza las directrices respaldadas por la American Heart Association y otras organizaciones profesionales que recomiendan reducir el consumo de sal para aminorar el riesgo de desarrollar hipertensión”, aseguró el Dr. John Forman, autor líder del estudio y profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. La presión arterial alta o hipertensión puede llevar a la insuficiencia cardiaca, al accidente cerebrovascular y a la insuficiencia renal. Los investigadores rastrearon la ingesta de sal de 5,556 mujeres y hombres blancos de los Países Bajos durante unos seis años. Al inicio del estudio, ninguno de los participantes tenía hipertensión. Al analizar muestras de orina de 24 horas recolectadas periódicamente durante varios años, los investigadores notaron la cantidad de ácido úrico y albúmina en la orina, marcadores de daño de los vasos sanguíneos. También rastrearon la cantidad de sal, o sodio, que los participantes ingerían al medir cuánto sodio acababa en su orina. Los investigadores hallaron que, con el tiempo, las personas que consumían más sodio tenían más ácido úrico y albúmina en la orina. Mientras mayores son los niveles de ácido úrico y albúmina, más probable era que las personas desarrollaran hipertensión si seguían en dietas ricas en sodio, hallaron los investigadores. Durante el periodo del estudio de aproximadamente seis años, se descubrieron 878 nuevos casos de hipertensión. En comparación con los participantes que comían la menor cantidad de sodio (unos 2,200 miligramos al día), los que más comían (6,200 mg al día) tenían 21 por ciento más probabilidades de desarrollar presión arterial alta. Los que tenían los niveles más altos de ácido úrico y albúmina y comían la mayor cantidad de salud tenían 86 por ciento más probabilidades de desarrollar hipertensión. ¿Cuánta sal hay en 2,200 miligramos? Alrededor de una cucharadita. Gran parte del sodio consumido por el estadounidense promedio proviene de alimentos procesados. Forman advierte que las personas que no usan saleros en la mesa no deben dar por sentado que no consumen demasiado sodio. Una taza de sopa o una cena congelada de una sola porción pueden contener mil miligramos de sodio. El estudio mostró una asociación entre los marcadores de daño en los vasos sanguíneos y la hipertensión, pero no una relación causal. El Dr. Gregg Fonarow, profesor de medicina cardiovascular de la Universidad de California, en Los Ángeles, señaló que “la investigación muestra que en algunos individuos hay una asociación entre esos marcadores (el ácido úrico y la albúmina) y un diagnóstico subsiguiente de hipertensión”. No se comprende del todo por qué la sal provoca daños en los vasos sanguíneos (llamado “disfunción endotelial”), comentó Fonarow. “La exposición al sodio podría llevar a cambios progresivos en el revestimiento de los vasos sanguíneos, que eventualmente se hacen irreversibles”, planteó. “Y una vez se ha desarrollado hipertensión, reducir la ingesta de sal probablemente no sea suficiente para normalizar la presión arterial”, advirtió. El estudio también sugiere que los que tienen marcadores de daño de los vasos sanguíneos podrían ser afectados más negativamente por una dieta rica en sal que otros. Algunos expertos consideran que la idea de que la sal influye sobre el desarrollo de la hipertensión es controversial. Un estudio publicado el año pasado en la revista Journal of the American Medical Association sugirió que unas cantidades más bajas de sodio en la orina se asociaban con más muertes por enfermedad cardiovascular. Para relacionar una ingesta alta de sal más estrechamente con el daño de los vasos sanguíneos y la hipertensión subsiguiente, Forman apuntó que sería necesario seguir a muchas personas durante unos veinte años, idealmente usando ultrasonido para evaluar directamente la salud de los vasos sanguíneos. Fonarow apuntó que la clave para la prevención de la hipertensión es la moderación y la vigilancia de otros riesgos cardiovasculares. “Evite una dieta rica en sal, no fume, vigile el peso, mantenga el colesterol bajo y gestione su presión arterial”, aconsejó. “Es probable que esos factores sean incluso más importantes”. Los expertos cardiacos aconsejan limitar la ingesta de sodio a menos de 2,300 mg al día, o a 1,500 mg si se es negro, se tiene más de 50 años o se sufre de ciertas enfermedades crónicas. Se puede limitar la ingesta de sodio al leer con cuidado las etiquetas de datos nutricionales.

La anchura del complejo QRS en el EKG es un factor de riesgo para muerte subita cardiaca

Investigadores finlandeses analizaron la relación del complejo QRS con la muerte cardiaca súbita en una muestra de 2049 hombres de 42 a 60 años de edad al inicio con un seguimiento de 19 años. «Queríamos identificar nuevos indicadores clínicos útiles de muerte cardiaca súbita, ya que ésta suele ocurrir poco después del inicio de los síntomas y deja poco tiempo para las intervenciones clínicas eficaces, y el electrocardiograma en reposo es la herramienta diagnóstica utilizada con más frecuencia en el ejercicio clínico». Durante el seguimiento a 19 años, se presentaron 156 muertes cardiacas súbitas en el estudio; como una variable continua, cada incremento de 10 ms en la duración del QRS se relacionó con un incremento del 27% en el riesgo de muerte cardiaca súbita (riesgo relativo: 1,27; p < 0,001). Los hombres en el estudio con una duración de QRS de 110 ms — el quintil más alto — tuvieron 2,5 más probabilidades de sufrir muerte cardiaca súbita (p = 0,002) que los sujetos del estudio con un QRS menor de 96 ms — el quintil más bajo — después del ajuste con respecto a factores de riesgo demográficos y clínicos tales como edad, consumo de alcohol, IM previo, tabaquismo, concentraciones séricas de lipoproteína de baja y alta densidad, proteína C reactiva, diabetes de tipo 2, índice de masa corporal, tensión arterial sistólica y aptitud cardiorrespiratoria. Además de la duración del QRS, el tabaquismo, el IM previo, la diabetes de tipo 2, la aptitud cardiorrespiratoria, el índice de masa corporal, la tensión arterial sistólica y la proteína C reactiva también se relacionaron de manera independiente con un incremento del riesgo de muerte cardiaca súbita. Kurl dijo a heartwire: «Nuestros resultados muestran que incluso una duración de QRS moderada — que supere 110 ms, lo que comprende bloqueos parciales de rama — representa un factor de riesgo para muerte cardiaca súbita. El riesgo persistió aun después de tomar en cuenta la función del ventrículo izquierdo». Dijo: «Este estudio muestra que el ECG se debiera llevar a cabo con regularidad para que el médico pueda evitar la muerte cardiaca súbita mediante el empleo de diversas intervenciones en caso de que sea prolongada la duración del QRS». «Por el momento no tenemos indicadores de riesgo específicos para muerte cardiaca súbita en la población general. Todavía carecemos de la estratificación de riesgo eficaz y de las intervenciones preventivas para la mayoría de las personas que finalmente presentarán muerte cardiaca súbita».